Ser arquitecto implica una gran responsabilidad. No solo se trata de diseñar espacios funcionales y estéticamente atractivos, sino de garantizar la seguridad y bienestar de quienes habitarán o utilizarán esas construcciones. Un error, una omisión o una negligencia pueden ocasionar daños a terceros, ya sean clientes, proveedores, trabajadores o personas ajenas a la obra....
Hoy vamos a discernir cual es la garantía principal y qué debemos mirar en nuestro seguro para que nuestra actividad esté bien cubierta, sin exclusiones que nos dejen...